Te has preguntado alguna vez, ¿qué es comunicar y por qué lo hacemos? Y más aún, ¿por qué algunos nos profesionalizamos en este campo?
Bueno, pues creo que es importante que entendamos que la comunicación es una necesidad básica de la vida humana, así como lo son la alimentación, el vestuario, la vivienda…
Incluso la considero como la principal necesidad innata, no material, que hace parte de nuestras vidas desde que llegamos a este mundo, pues desde el momento en que nacemos tenemos un sistema propio en que transmitimos sentimientos y necesidades, por ello las madres y padres aprenden a identificar esos códigos comunicacionales de sus bebes (llantos, gritos, mimos), para interpretar lo que les están solicitando y poder atenderles, hasta que con el pasar de los días, son los bebes los que aprenden el código de comunicación de sus madres y padres, para lograr comunicarse con ellos, con su mismo lenguaje, que es el que también usan las demás personas que les frecuentan.
Comunicar es más que transmitir señales (definición de la RAE para la palabra “comunicar”), intercambiar o recibir información. Para mí, la comunicación es un 50-50 entre actos conscientes e inconscientes, que hace parte de lo denominado comunicación verbal y no verbal.
En todo lo que hacemos o dejamos de hacer, en nuestras expresiones faciales y corporales, la forma como escribimos, los emoticones que usamos en nuestros chats o en las publicaciones que hacemos en nuestras redes sociales, todo eso comunica y lo hacemos todo el tiempo, convirtiéndose así en una necesidad innata de nuestra existencia para la interacción y el desarrollo como personas.
La comunicación es un intercambio de sentidos, es una transacción que nos permiten poner en común y comprender al otro, a través de lenguaje y los códigos comunes, contribuyendo a la construcción de culturas y sociedades.
Es sencillo ver como una persona en un lugar extraño, en el que hablan un idioma completamente diferente al suyo, aprende rápidamente a hablarlo, sin necesidad de ir a un instituto o hacer un curso por internet, solo porque necesita hablar con alguien, contarle sus cosas, pedirle favores o resolver sus necesidades básicas. Primero intentará con el lenguaje universal: las señas. Posteriormente, seguirán las palabras y de último, quizá, aprenderá el lenguaje escrito, ahí sí acudirá al aprendizaje académico en alguna institución educativa, cursos virtuales o, si es autodidacta, usando recursos como libros.
Otra evidencia de lo innato que es la comunicación en nuestras vidas, es esa forma en que humanizamos a nuestras mascotas y a nuestras pertenencias más queridas. Hoy en día no es raro ver a personas manteniendo conversaciones con sus perros, gatos o pájaros. Interpretan sus respuestas y continúan las conversaciones. Igualmente pasa con quienes le hablan a sus computadoras o celulares, les piden que no les fallen, que vayan más rápido, que no interrumpan la carga… humanizamos todo a nuestro alrededor y le asignamos códigos de comunicación en que les expresamos nuestras necesidades, preocupaciones o alegrías y así mismo asignamos sus respuestas.
Hoy en día la idea técnica y teórica que define la comunicación como la transmisión de señales mediante un código común entre el emisor y el receptor, ha evolucionado más allá del acto de hablar y escribir, a otras formas que son más incluyentes con aquellas personas que tienen acceso reducido a estos códigos y que ofrecen infinidad de herramientas, para que quienes nos hemos profesionalizado en el campo comunicacional, logremos trascender de forma más integral y logremos nuestros objetivos, aplicando estrategias y procesos idóneos que solucionen los problemas y falencias, pensando siempre en nuestro público.
Como ya lo he mencionado, comunicamos todo el tiempo, y por eso mismo, es importante que existamos quienes estudiamos, entendemos y logramos que todo lo que se refiere a comunicación se embarque correctamente, sea interpretado como se plantea y cumpla su objetivo.
La comunicación, como otras profesiones, tiene diversos campos en lo que desempeñarse. La comunicación social es la más popular, porque es la que vemos en televisión (con las personas que se especializan en la presentación y protocolo) o están más relacionadas con los medios masivos de comunicación, aunque es importante notar que no todos los comunicadores sociales tienen que ser o deben volverse presentadores de noticieros o estar en medios masivos, hay quienes se encaminan en el área periodística e investigativa, por ejemplo.
Otros campos de la comunicación abarcan el área empresarial o corporativa, los lenguajes audiovisuales, las relaciones públicas, la política, el mercadeo, ventas, lo gráfico y lo publicitario, todas basándose en objetivos claros y estratégicos encaminados a lograr una acción.
Como mi área es la comunicación gráfica publicitaria, haré énfasis en que esta es una rama que contribuye integralmente a que los mensajes lleguen de forma óptima, con una perspectiva más estética (diseño) y persuasiva (publicidad), que es lo que el entorno mundial actual está exigiendo.
No en vano, estamos viviendo una era más gráfica e interactiva, que gracias al internet y las redes sociales, nos exigen que los mensajes que enviamos, tengan mayor esfuerzo desde esta perspectiva. Adicionándole además el humor que debe tener, como hacen los famosos ‘memes’ que hoy en día se viralizan inmediatamente son publicados, siendo más persuasivos que cualquier mensaje tradicional.
Es por eso que con cada acción (u omisión), cada mensaje que escribimos en nuestros celulares, cada publicación en redes sociales, cuando queremos algo y lo expresamos, todo el tiempo y de todas las formas posibles, estamos comunicando, porque hace parte de nuestra existencia, porque es lo que nos hace seres sociales, y somos nosotros los profesionales de la comunicación los que hacemos posible que algo tan básico e innato, trascienda y se vuelva importante logrando grandes acciones.